Hola a todos. El otoño sigue lluvioso,
da gusto pasear por el campo y ver la tierra satisfecha de agua, por doquier
las lavanderas blancas saltan de charco en charco y las cada vez mas llenas
lagunas empiezan a darnos alguna que otra sorpresa. Precisamente ayer, después
de pasear a los perros bajo una finísima llovizna, me acerque a ver si las
cuencas, después de todo un año resecas, habían cogido agua, y en medio de la
laguna de Ballesteras 18 grullas descansaban a la caída de la tarde. Hacia
tiempo que no las veía, y sus trompeteos me trajeron gratos recuerdos de cuando
pase un año en Hinojosa del Duque y salía a pasear con mi amigo Mariano Álvarez.
Cuando casi era de noche las dieciocho levantaron el vuelo y después de
varias vueltas a la laguna, adquirieron su típica formación y se perdieron rumbo Dios sabe donde.
Aquí
os dejo otro de los dibujos que estoy realizando para el cuaderno de campos de
mis hijos. Es una curruca tomillera, pequeña avecilla muy parecido a la curruca
zarcera, aunque esta ultima es de mayor tamaño. Esta realizada en acuarela con lápices policromo sobre papel de acuarela de 25x20 cm.
Espero
que os guste y no tengáis ningún miedo en dejar algún comentario si os
apetece.
Las
grullas cruzaron el cielo encapotado y con sus trompeteos nos anunciaron que el frío era inminente.
Écija, siete de noviembre de 2012
Pablo Reina